Buscaba a un camarada que quisiera ir a Veracruz conmigo, yo pongo el viaje y tú pones tus nalgas, así le dije y jaló el vato, eso si, le aseguré que todo el viaje me lo iba a ir manoseando, casi no se escuchan sus gemidos de que me lo cogia por los ventiladores; el calor estaba al full